La reciente destitución del director del Sistema de Agua Potable en Uman, desmiente las afirmaciones que hiciera su alcalde William Quintal López al inicio de su administración, en el sentido de que “los mejores hombres y mujeres” fueron elegidos para acompañarlo de “tiempo completo”, así como su slogan de que “lo mejor esta por venir”.
El nepotismo, el compadrazgo y el amiguismo no fueron ajenos desde un principio de la administración 2007-2010, ya que un reportaje del corresponsal del periódico Por Esto! Señalo que “novatos y estafadores” habían llegado al gobierno municipal con Quintal López, entre los que destacaba el nombrado director del agua potable, Manuel Dogre, cuyo negocio de minifraccionador siempre ocupo su mayor atención, pese a tener un cargo de importancia en cuanto al servicio a la Comunidad.
En forma tardía, el munícipe pretende enderezar el rumbo de la actuación de sus funcionarios, ya que existe la percepción de cientos de ciudadanos que son negligentes e insensibles en sus funciones, tales como los directores de DIF, Rastros y Mercados, Tesorería, Transporte, Desarrollo Social, Obras Publicas, Oficialia Mayor, Comunicación Social, Salud, Contraloría y Deportes, entre otros. Son honrosas las excepciones a esta tendencia.
En el mismo tenor, la labor del cuerpo de Regidores de la Comuna, que cuenta con cuatro mujeres y siete varones, presenta un balance nulo de iniciativas a favor de la ciudadanía, pues solo un Reglamento se tiene aprobado por disposición estatal como es la del Bando de Policía y buen Gobierno, aun no difundido en cuanto a sus medidas. En contra, directores y regidores gozan de buenos salarios aun cuando no estén de “tiempo completo” en sus labores, pues conservan y laboran en sus empleos previos a su cargo en franca violación a la Ley de Gobierno de los Municipios de Yucatán.
El nepotismo, el compadrazgo y el amiguismo no fueron ajenos desde un principio de la administración 2007-2010, ya que un reportaje del corresponsal del periódico Por Esto! Señalo que “novatos y estafadores” habían llegado al gobierno municipal con Quintal López, entre los que destacaba el nombrado director del agua potable, Manuel Dogre, cuyo negocio de minifraccionador siempre ocupo su mayor atención, pese a tener un cargo de importancia en cuanto al servicio a la Comunidad.
En forma tardía, el munícipe pretende enderezar el rumbo de la actuación de sus funcionarios, ya que existe la percepción de cientos de ciudadanos que son negligentes e insensibles en sus funciones, tales como los directores de DIF, Rastros y Mercados, Tesorería, Transporte, Desarrollo Social, Obras Publicas, Oficialia Mayor, Comunicación Social, Salud, Contraloría y Deportes, entre otros. Son honrosas las excepciones a esta tendencia.
En el mismo tenor, la labor del cuerpo de Regidores de la Comuna, que cuenta con cuatro mujeres y siete varones, presenta un balance nulo de iniciativas a favor de la ciudadanía, pues solo un Reglamento se tiene aprobado por disposición estatal como es la del Bando de Policía y buen Gobierno, aun no difundido en cuanto a sus medidas. En contra, directores y regidores gozan de buenos salarios aun cuando no estén de “tiempo completo” en sus labores, pues conservan y laboran en sus empleos previos a su cargo en franca violación a la Ley de Gobierno de los Municipios de Yucatán.
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